La pareja que descubrió una mansión abandonada — lo que encontraron dentro los dejó sin palabras

Cuando regresaron arriba, el aire parecía distinto, más liviano, casi vivo. Liam levantó con cuidado la tapa del piano. Un leve destello brillaba bajo las cuerdas. Metió la mano y sacó un relicario en forma de corazón, su oro apagado por el tiempo. Emily retiró el polvo con los dedos. Dentro había dos diminutos retratos: una mujer con perlas y un hombre con uniforme de ferroviario. En el interior estaban grabadas las mismas iniciales, C.W. y H.B., y en la parte posterior, una sola palabra: Forever.

Durante un largo instante, ninguno habló. Un rayo de sol entró por una ventana rota, reflejándose en el relicario y llenando la estancia de luz dorada. Emily sonrió suavemente. “Cumplieron su promesa,” susurró. Liam asintió y volvió a dejar el colgante sobre el piano. Al salir, el bosque estaba en calma, la niebla disipándose entre los árboles. Los pájaros cantaban de nuevo. Liam se giró para tomar una última foto de la mansión, que brillaba bajo la luz de la mañana.

La verdad no tenía que ver con fantasmas ni maldiciones. Era una historia de amor tan fuerte que había sobrevivido al paso del tiempo, escrita en silencio y esperando casi un siglo para ser descubierta.