¿El secreto? ¡El suavizante de la ropa! Si se usa correctamente, puede hacer que tu aspiradora desprenda una fragancia ligera y fresca que se mantiene en toda la casa. Aquí tienes el método:
Mezcla una pequeña cantidad de suavizante líquido con agua, empapa un algodón o un pañuelo de papel en la mezcla, escúrrelo bien para eliminar el exceso de líquido y colócalo cerca de la bolsa o del depósito de polvo de la aspiradora, pero sin tocar directamente el filtro.
Cuando el aire caliente circula por la aspiradora, va esparciendo ese aroma limpio y agradable por todas las habitaciones. No solo llenará tu casa con el olor de la ropa recién lavada, sino que también ayudará a reducir la electricidad estática y a eliminar los malos olores que se acumulan en el interior de la aspiradora. Cambia el algodón perfumado cada dos semanas y notarás la diferencia al instante.
Un truco sencillo y económico que hará que tu casa huela como recién salida de la lavandería cada vez que limpias.
