¿Sabías que limpiar el horno podía ser así de fácil?

Limpiar el horno es, probablemente, una de las tareas más evitadas en casa. Abres la puerta, ves las paredes llenas de grasa y el cristal manchado, y la cierras enseguida. Seamos sinceras, ¿a quién le apetece pasarse el rato frotando el horno? Los restos de comida quemada, la grasa pegajosa y las manchas misteriosas se acumulan con el tiempo. Y cuanto más esperas, más difícil parece dejarlo limpio otra vez. Pero aquí viene una buena noticia: hay un truco muy sencillo que deja el horno reluciente sin necesidad de frotar con fuerza ni usar productos agresivos. Y lo mejor es que seguramente ya tienes todo lo necesario en casa.

Limpiar el horno

Usamos el horno constantemente para hornear, asar, gratinar o recalentar comida. Pero, con el tiempo, todas esas comidas dejan su huella. Salpicaduras de grasa, restos de alimentos y una capa opaca en el cristal hacen que parezca siempre sucio. Muchas veces posponemos su limpieza hasta que ya no se puede disimular más. Puedes probar a frotar con una esponja, aplicar espuma limpiadora o incluso usar un producto especial para hornos. Pero, uses lo que uses, parece que la grasa y las manchas se resisten. Dedicas tiempo y esfuerzo a limpiarlo, y el resultado nunca es del todo satisfactorio. Es frustrante, sobre todo cuando lo único que quieres es tener el horno limpio sin pasar la tarde entera en ello. Por suerte, hay una forma mucho más fácil. Es sencilla, económica y, además, funciona. Y lo mejor de todo: apenas requiere esfuerzo.

¿Quieres saber cómo se hace? En la siguiente página descubrirás cómo dejar tu horno brillante y fresco de nuevo.