A nadie le gusta limpiar el inodoro. Es una de esas tareas que vamos aplazando hasta que no queda más remedio. Pero quizá no sepas que el inodoro es uno de los lugares más sucios de la casa. Aunque parezca limpio, millones de bacterias, hongos y esporas de moho se multiplican sin hacer ruido, sobre todo bajo el borde y en las zonas donde el cepillo no llega.
La mayoría recurre a limpiadores químicos muy fuertes, aunque muchas veces hacen más daño que beneficio. Pueden irritar la piel, dañar las tuberías y llenar el baño de un olor agresivo. Sin embargo, existe una forma natural, eficaz y respetuosa con el medio ambiente de mantener el inodoro fresco y limpio, sin frotar y por solo unos céntimos. Suena extraño, pero la solución puede estar ya en tu cocina: el ajo.
Sí, ese mismo diente de ajo que da sabor a tus platos también puede desinfectar la taza del inodoro, eliminar bacterias e incluso evitar que aparezcan manchas amarillas. Este truco tan sencillo se ha hecho viral por una razón funciona mejor de lo que muchos imaginan.
Sigue leyendo para descubrir por qué tantas personas ponen un diente de ajo en el inodoro antes de acostarse!
